Brasil: funcionario ambiental sugiere hacer con indígenas lo mismo que Australia
15/07/2011 – Rechazo. Es lo que han causado unas polémicas declaraciones del presidente del Instituto Brasileño del Medio Ambiente (IBAMA), Curt Trennepohl. En las declaraciones, dadas a un canal de televisión australiana, Trennepohl defiende la aprobación de la hidroeléctrica de Belo Monte afirmando que su trabajo “no es cuidar el medio ambiente” sino sólo “minimizar impactos”. Además, sugiere que Brasil debería tratar a los indígenas de la misma manera que lo hiciera Australia, que prácticamente los erradicó.
Las declaraciones fueron dadas a la periodista Allison Langdon, del programa "60 Minutos", para un reportaje sobre la licencia de instalación de la central hidroeléctrica de Belo Monte, firmada por Trennepohl. Según organizaciones ecologistas, esta central -la tercera más grande del mundo, aprobada recientemente pese a una opinión contraria de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos- afectará a los nativos que habitan en la cuenca del río Xingu, en Pará.
La reportera perguntó a Trennepohl si estaba tranquilo con la decisión de aprobar la obra. "Sí, la decisión fue mía", respondió Trennepohl. Langdon replicó "¿Pero su trabajo no es cuidar el medio ambiente?", a lo que el funcionario brasilero respondió "No, mi trabajo es minimizar los impactos".
Después de la entrevista, sin saber que aún estaba con el micrófono encendido, Trennepohl señaló a la periodista australiana: "Ustedes tienen a los aborígenes allá y no los respetan”. Ante esto, la reportera replicó “¿Entonces ustedes van a hacer con los indios lo mismo que nosotros hicimos con los aborígenes?”, a lo que Trennepohl respondió "Sí, sí".
En Australia viven unos 500 mil aborígenes, que representan menos del 3% de la población del país. Entre los siglos XIX y XX, en el marco del proceso de "conquista interna" del territorio, los colonos realizaron campañas de exterminio incluyendo recompensas por la muerte de aborígenes. El caso más grave fue el de Tasmania, Estado donde toda la población aborigen había desaparecido para 1876.
En declaraciones posteriores para Folha de Sao Paulo, el presidente de IBAMA dijo que fue agredido verbalmente por la reportera. “Esa chica llegó con una actitud extremadamente agresiva, dijo que yo estaba acabando con los indígenas”. Trennepohl explicó que “la función del órgano que otorga la licencia es minimizar los impactos cuando un proyecto es aprobado. Cuando no es posible minimizarlos, nosotros lo rechazamos”, afirmó. También dijo que no comentaría las declaraciones sobre los aborígenes da Australia.
Las organizaciones ambientalistas brasileras han rechazado estas afirmaciones. Roberto Malvezzi, de la Comisión Pastoral de la Tierra, aseguró que se trata de una “cruel honestidad”, una “la declaración es un horror, una proclamación del genocidio”. Malvezzi remarcó que “debemos rechazar no sólo a las derechas sino también a las izquierdas que aceptan el sacrificio humano en nombre del desarrollo”, en referencia al gobierno del PT, de notables avances sociales pero enormes errores ambientales. (PM)
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