11/08/2011 - Gran movilización. Fue lo que permitió poner freno, por el momento, a la intención de experimentar en Vinaros (Comunidad Autónoma Valenciana, España) con cultivos de arroz transgénico con genes humanos. Tras una fuerte presión social de organizaciones sociales, ecologistas y campesinas durante las últimas semanas, la Generalitat Valenciana decidió denegar la autorización a la farmacéutica italiana Transactiva para realizar estos experimentos. Ha sido el Comité Valenciano de Organismos Modificados Genéticamente, dependiente de la Conselleria de Agricultura, el que ha rechazado este cultivo considerado peligroso por expertos y activistas.

El objetivo de este producto transgénico es generar enzimas para el tratamiento de la enfermedad de Gaucher, un transtorno hereditario. Sin embargo, ya existen tratamientos para este mal que se obtienen a partir de ingeniería genética dentro de ambientes confinados en laboratorio. Por ello, a juicio de Amigos de la Tierra, "este experimento es claramente innecesario y con fines puramente comerciales". La organización internacional señala que los riesgos de este tipo de experimentación son demasiado elevados -pérdida de la biodiversidad y contaminación de la cadena alimentaria por transgénicos experimentales, algunos de ellos con cultivos de arroz. "Obtener estas enzimas a partir de plantas puede producir reacciones alérgicas en los pacientes, y los riesgos si este arroz contamina cultivos alimentarios son demasiado elevados", señaló el responsable de Agricultura y Alimentación de Amigos de la Tierra, David Sánchez.

La fuerte presión social tuvo lugar a través de las iniciativas de diversas organizaciones sociales, ecologistas y campesinas, incluyendo al movimiento conocido como 15-M protagonista de las protestas de los "indignados". Las organizaciones en mención instalaron puestos informativos sobre los transgénicos en las diversas plazas de la provincia, organizaron charlas y debates abiertos y acciones en el ciberespacio en las que participaron más de 5 mil personas. Gracias a esta diversidad de acciones, se logró también la presentación de 500 solicitudes ciudadanas pidiendo la anulación del permiso de este campo de cultivo. Como resultado, se ha conseguido que el pleno del ayuntamiento de Vinaròs, declare el municipio libre de transgénicos.

Sin embargo, Amigos de la Tierra también resalta que se siguen realizando decenas de experimentos con transgénicos en todo el país, y España es el único Estado miembro de la Unión Europea que cultiva transgénicos comerciales a gran escala, especialmente maíz. (PM con información de Amigos de la Tierra).