¡No maten a las abejas!
Bethsabé H, escritora y feminista
La destrucción de nuestro planeta es la consecuencia de una serie de acciones que en primera instancia no parecen ser dañinas pero que en conjunto y en masa producen un gran deterioro de nuestro ecosistema y de la vida en la tierra.
Hace poco aprendí la importancia de la polinización, que es el transporte del polen de las plantas masculinas a las plantas femeninas para su fecundación. La mayor parte de las plantas de este planeta necesitan el proceso de la polinización para reproducirse, son menos aquellas que cuentan con los órganos femeninos y masculinos en un mismo organismo, lo que les permite fecundarse sin necesidad de la polinización.
La polinización se realiza de manera natural por el viento pero también por algunos animales e insectos que realizan esta importante labor, sin la cual, despoblaríamos la tierra de la mayor parte de su vegetación. Entre aquellos encargados de la polinización, la polinizadora número uno es la abeja. Aunque también algunas moscas, las mariposas, los murciélagos y algunos pájaros como el colibrí son polinizadores, la abeja es la responsable de la labor en más de un 70%, de ahí su importancia.
Sin embargo, el número de abejas se ha reducido en el mundo a causa de la contaminación, los pesticidas, los monocultivos y el cambio climático, todo ello produce que las abejas se enfermen, que adquieran un tipo de microbio que las mata, o también que se extravíen. Las abejas necesitan cinco tipos de plantas para estar alimentadas apropiadamente, si grandes extensiones de tierra están cultivadas con un único tipo de planta, deben viajar mucho para conseguir los nutrientes que necesitan y en ese proceso perderse o morir. Esto genera una reducción en la cantidad de plantas en el planeta. Nuestra labor en este sentido puede encausarse de muchas maneras.
En primer lugar, no comprando alimentos que sean tratados con pesticidas, sino alimentos orgánicos. Los pesticidas no solo matan a las abejas, sino que muchas veces las desorientan al punto de que no logran encontrar su camino de regreso al panal y se pierden. Como consumidores tenemos una responsabilidad y un poder, es posible orientar nuestro consumo hacia productos que no dañen nuestro medio ambiente.
En segundo lugar, ¡no maten abejas!, aunque esta acción parece ridícula frente al número de abejas que hay en el mundo, recuerden que ellas no atacan a menos que se sientan atacadas y que su labor en el proceso de la reproducción de las plantas es vital. Si los polinizadores no existieran las plantas se reducirían, no tendríamos frutas, ni gran parte de los alimentos que consumimos, ni tampoco podríamos vestir pues las fibras como el algodón necesitan de la polinización para reproducirse.
En tercer lugar, es posible ayudar a los insectos a tener un ambiente natural y alimentación adecuada si alguna parte de nuestro jardín la dejamos en estado salvaje, los jardines perfectamente cortados no son atractivos para ellos, pero aquellos en estado natural sí lo son.
En cuarto lugar, apoyemos las iniciativas de ley que impiden los monocultivos, la diversidad de nuestro planeta es parte esencial de la subsistencia de todos los seres vivos, contradecirla por fines industriales es acrecentar el daño a nuestro ecosistema.
---------
* Los artículos reflejan la opinión de sus autores y no necesariamente coinciden con la de Alerta Perú ni Forum Solidaridad Perú
